Martes de la XVI semana del Tiempo Ordinario

Evangelio según san Mateo 12, 46-50

En aquel tiempo, Jesús estaba hablando a la muchedumbre, cuando su madre y sus parientes se acercaron y trataban de hablar con él. Alguien le dijo entonces a Jesús: «Oye, ahí fuera están tu madre y tus hermanos, y quieren hablar contigo».

Pero él respondió al que se lo decía: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» Y señalando con la mano a sus discípulos, dijo: «Éstos son mi madre y mis hermanos. Pues todo el que cumple la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre».

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Reto Trivia Vida de los Santos del mes de julio, cada día publicaré la vida de un santo y deberás de enviar tus respuestas del mes correspondiente al correo electrónico penriquegarcia@gmail.com del 1º al 5 de cada mes.  Los resultados se publicaran el día 10 de cada mes.  ¿Aceptas el Reto de la Trivia de la Vida de los Santos? Para el mes de julio la trivia de la vida de los santos del #43 al #72. ¡ESPERO SUS RESPUESTAS!

 

La primera lectura de hoy nos ofrece en tono de súplica los dos grandes temas del Antiguo Testamento: la fidelidad y la misericordia. Son las dos notas características del Dios que se reveló a nuestros padres: es fiel y es compasivo. Porque es fiel, no rompe su alianza, sino que la cumple; porque es compasivo, permenece a favor de su pueblo, aunque el pueblo mismo no haya sido fiel. Es decir: es fiel pero sabe comprender, acoger y restaurar a los que no lo son.

Miqueas ruega a Dios apoyándose en esos dos bastiones, que sabe que son firmes e inconmovibles. Por eso presenta al pueblo como ovejas descarriadas, y en ese sentido culpables, peor que ahora sufren «en medio de la maleza.» La culpa se vuelve daño. El culpable, que por serlo merece castigo, en parte ha recibido ya ese castigo en el daño que se ha causado y se sigue causando. Por eso la intercesión de Miqueas casi se limita a presentar el estado lamentable de los culpables, para apelar de este modo a la piedad de Dios.

En esto hay una enseñanza para nosotros. A veces concentramos nuestro aborrecimiento en los que obran mal sin tener en cuenta el daño que ellos mismo padecen. Este hecho nos hace amigos de la justicia pero distantes de la misericordia, con lo cual, en últimas, estamos apartándonos del modo de obrar de Dios.

Para la mayor parte de los cristianos no católicos el pasaje del evangelio de hoy es una demostración de que Jesús tuvo hermanos y hermanas, que ellos suponen hijos de José y María. Ya uno no debería tener que aclarar esas cosas pero puede ser saludable para muchos, así que comentemos un poco el tema. Ante todo hemos de recordar que, aunque en griego existe la palabra para decir «primo», ese término no existe en el arameo corriente, y lo más frecuente para la lengua y la mentalidad en que vivió nuestro Señor era simplemente llamar «hermanos» a los parientes, como vemos que por ejemplo Abraham llama «hermano» a Lot (Gén 13,8), que en realidad era su sobrino (Gén 11,27). Además, en la escena del evangelio de hoy aparece María con algunos de estos «hermanos y hermanas». Mas en la crucifixión no hay nadie, y Jesús confía su madre al cuidado de un discípulo, Juan (Jn 19,26-27). Esta escena sería superflua y por completo ajena a la mentalidad hebrea si María hubiera tenido más hijos.

Así que la familia de Cristo no viene de los nacidos de la carne y la sangre. Viene de otra realidad, que enlaza bellamente el texto del evangelio con la primera lectura, pues dice el Señor: «El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre» (Mc 3,35). Así como por la obediencia a la voluntad del Padre Cristo es Cristo, por esa obediencia nosotros somos cristianos.

¿Te has considerado hermano/hermana de Jesús?

¿Te consideras parte de la familia de Cristo?

La herencia de Jesús es la vida eterna con su Padre. ¡Dios Padre quiere la misma herencia para todos! De acuerdo con este pasaje de la Escritura, llegamos a ser hijos e hijas adoptivos de Dios Padre cuando seguimos la voluntad de Dios en nuestras vidas. Por lo tanto, nosotros también heredaremos vida eterna al convertirnos en hijos de Dios por medio de nuestro bautismo y la conversión continua a medida que intentemos vivir la voluntad de Dios en nosotros. Esto nos plantea la siguiente pregunta: Si la voluntad de Dios es tan importante, ¿Cómo sé cuál es la voluntad de Dios para mí? Esta es una pregunta complicada porque la voluntad de Dios es tan personal para cada uno de nosotros. Conocer la voluntad de Dios y seguirla, es el objetivo principal en nuestras vidas espirituales. Dios tiene un plan hermoso para cada uno de nosotros. Se nos han dado dones y talentos especiales a cada uno de nosotros para un propósito.

No dejemos de notar un hecho muy bello, que tantos otros predicadores nos han enseñado: cuando Jesús dice que su «madre» será quien haga la voluntad de Dios no estaba descartando ni dando la espalda a María, que precisamente definió su vida con una consigna nunca quebrantada: «He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra» (Lc 1,38). De modo que el evangelio de hoy, lejos de disminuir la figura de la Madre del Señor, la presenta en su hermosa y formidable proporción.

 

Reto Trivia Vida de los Santos del mes de julio. #65

En 1440 fue nombrado Provincial de la Orden del Carmelo en Francia, y en 1451 fue elegido unánimemente Superior General. La Orden del Carmelo, como tantas otras órdenes medicantes, necesitaba urgentemente una reforma debido a los estragos que había producido la peste negra y el cisma de occidente. Esta crisis se manifestó, sobre todo, en la falta de pobreza personal, en la dispensa del coro y de la mesa común, concedida a quienes estaban dedicados a la enseñanza y en una serie de «privilegios» o dispensas de la observancia.

El santo del día de hoy estableció en todas las provincias que visitó, uno o dos Conventos de estricta observancia de las Constituciones, y permitió que todos los frailes que lo desearan, pudiesen trasladarse a dichos Conventos. Para ayuda de sus súbditos, publicó en 1462 una edición revisada de las Constituciones. Fundó también varios Conventos de religiosas carmelitas. Emprendió esa actividad en el año de 1452, cuando varias comunidades de «beguinas» de los Países Bajos pidieron la anexión a la Orden del Carmelo. El primero de tales Conventos fue el de Gueldre, en Holanda, al que siguieron los de Lieja, Dinant, Huy, Namur, Vilvorde y otros más. A fines de siglo, el movimiento se había extendido ya a Italia y España. El Beato murió en Angers, el 25 de julio de 1471.

El proceso de beatificación de la Beata Francisca de Ambroise renovó en 1863 la memoria del santo, y la Santa Sede confirmó su culto en 1865.

 

¡Lee la Biblia, confía en la misericordia de Dios y tu vida se transformará!

 

 En Cristo y Santa María de Guadalupe

 

 Padre Enrique García Elizalde