Viernes XXII del Tiempo Ordinario

Evangelio según san Lucas 5, 33 – 39

En aquel tiempo, los fariseos y los escribas le preguntaron a Jesús: «¿Por qué los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oración, igual que los discípulos de los fariseos, y los tuyos, en cambio, comen y beben?»

 

Jesús les contestó: «¿Acaso pueden ustedes obligar a los invitados a una boda a que ayunen, mientras el esposo está con ellos? Vendrá un día en que les quiten al esposo, y entonces sí ayunarán».

 

Les dijo también una parábola: «Nadie rompe un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque echa a perder el nuevo, y al vestido viejo no le queda el remiendo del nuevo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo revienta los odres y entonces el vino se tira y los odres se echan a perder. El vino nuevo hay que echarlo en odres nuevos y así se conservan el vino y los odres. Y nadie, acabando de beber un vino añejo, acepta uno nuevo, pues dice: ‘El vino añejo es  mejor’ «.

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Reto Trivia Vida de los Santos del mes de septiembre, cada día publicaré la vida de un santo y deberás de enviar tus respuestas del mes correspondiente al correo electrónico penriquegarcia@gmail.com del 1º  al 5 de cada mes.  Los resultados se publicaran el día 10 de cada mes.  ¿Aceptas el Reto de la Trivia de la Vida de los Santos? Para el mes de septiembre la trivia de la vida de los santos del #104 al #133. ¡ESPERO SUS RESPUESTAS!

 

De aquí en adelante la liturgia de la Palabra presenta tres páginas evangélicas que relatan tres polémicas mantenidas por Jesús con los discípulos de Juan el Bautista y con los fariseos: una tiene que ver con la práctica del ayuno y dos con la observancia del sábado.

 

Sabemos que la limosna, la oración y el ayuno constituyen tres compromisos inderogables para los discípulos de Cristo (cf. Mt 6,1-18), pero lo que importa a Jesús es el modo en que sus discípulos aceptan hacer limosna, orar y ayunar, en lo secreto y agradando al Padre y no a los demás. También este pasaje evangélico confirma la importancia del espíritu con el que el ayuno puede y debe ser practicado. La alegoría matrimonial nos impulsa a considerar a Jesús como “el esposo” (vv.34ss), cuya presencia hoy no puede dejar de ser considerada motivo de alegría, y cuya ausencia mañana será motivo de tristeza. La espiritualidad cristiana no podrá separarse nunca de algunas expresiones personalísimas que pueden configurar una relación nuestra no sólo de hijos con su padre, sino también de esposa con esposo. Sabemos que ya desde el Antiguo Testamento se ha desarrollado ampliamente la alegoría matrimonial para iluminar tanto las relaciones de Israel con su Señor como las relaciones de todo creyente con su Dios.

 

No es difícil caer en la cuenta de que se distingue aquí con bastante claridad los tiempos de Jesús de los tiempos de la Iglesia (es ésta una perspectiva fuertemente del evangelista san Lucas). La Iglesia está representada por los invitados que participan de la alegría del esposo; sin embargo, en otras ocasiones está representada por la esposa o por el amigo del esposo, que está cerca de él y lo escucha (cf. Jn 25,30).

 

Jesús no habla simplemente de un pedazo de tela para ponerlo en un traje viejo. Sino de la acción de alguien que “corta un trozo de tela de un traje nuevo y lo pone en un vestido viejo”. Jesús censura la actitud de aquellos que, al rechazar la novedad del evangelio, acaban por estropear lo que es nuevo sin llevar a su consumación lo que es viejo. “Nuevo” puede ser entendido en referencia a ciertas actitudes que caracterizaban la vida de los discípulos de Jesús antes de su encuentro con el maestro: en este caso el discípulo de Jesús advierte el deber de dejar para tomar (vender todo lo que tiene para dárselo a los pobres y así poder seguirlo libremente), abandonar para recibir (dejar padre y madre por el Reino de los cielos y  tener una recompensa en el cielo, recibir el ciento por uno), de perder para encontrar (perder su vida para poder salvarla por seguirlo).

 

¿Estás dispuesto seguir a Jesús con todas sus consecuencias?

¿Qué vas a quitar de tu vida que te aparta de Dios o de quién te vas a alejar?

 

Reto Trivia Vida de los Santos del mes de septiembre. #110

 

Nuestra santa de la trivia del día de hoy nació en 1656, Kateri Tekakwitha. Su madre, una india de la tribu Algonquin, ya había acogido la fe cristiana cuando fue raptada por los Iroquois y casada con un jefe Mohawk pagano. Kateri quedó huérfana a los cuatro años cuando sus padres y hermano murieron en la epidemia de viruela. Por la misma enfermedad, ella quedó con la vista seriamente impedida y su cara desfigurada.  Kateri fue adoptada por sus dos tías y su tío.

Su madre sin duda intercedía por ella desde el cielo, porque Kateri, siendo una adolescente, aceptó la fe católica en 1676 al encontrarse con el Padre misionero jesuita Jacques de Lamberville.

-Fue bautizada a los 20 años de edad el 18 de abril del 1676 en la misión de San Pedro, en Caughnawaga, Nueva York.

Kateri pronto tuvo que sufrir por su fe grandes abusos y rechazo por parte de familiares y de los otros indios. La persecución fue tal que huyó de su pueblo, caminando unas 200 millas (320 km.) por el bosque hasta llegar a Sault Ste. Marie, un pueblo cristiano cerca de Montreal (Canadá), en 1677.

-Hizo su Primera Comunión el día de Navidad de ese año en la misión de San Francisco, en La Prairie, Canada. Vivió con gran santidad, destacándose por su oración, penitencia y austeridad.

-En 1679 hizo voto de castidad, dedicándose plenamente a Jesucristo. Era muy devota a la Eucaristía y a Jesús crucificado.

-Murió el 17 de abril de 1680, durante semana santa en Kahnawaké, Canada, a la edad de 24 años. Pronto fue venerada por su santidad y servido al prójimo. ¡Los caminos de Dios! Kateri, quién, como su madre, sufrió tanto en manos de los Mohawks hasta tener que huir de ellos, llegó a ser conocida como El Lirio de los Mohawks.

Muchos milagros se le atribuyeron y en 1943 fue declarada Venerable por el Papa Pío XII y beatificada por el Papa Juan Pablo II el 22 de junio de 1980. El 21 de octubre de 2012 fue proclamada santa por el papa Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro.

 

¡Lee la Biblia, confía en la misericordia de Dios y tu vida se transformará!

 

En Cristo y Santa María de Guadalupe

 

Padre Enrique García Elizalde