Sábado XX del Tiempo Ordinario

Evangelio según san Mateo 23, 1 – 12

En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame «maestros».

 

Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen «maestros», porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen «padre», porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar «guías», porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido».

 

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Reto Trivia Vida de los Santos del mes de agosto, cada día publicaré la vida de un santo y deberás de enviar tus respuestas del mes correspondiente al correo electrónico penriquegarcia@gmail.com del 1º  al 5 de cada mes.  Los resultados se publicaran el día 10 de cada mes.  ¿Aceptas el Reto de la Trivia de la Vida de los Santos? Para el mes de agosto la trivia de la vida de los santos del #73 al #103. ¡ESPERO SUS RESPUESTAS!

 

La primera lectura (Ez 43, 1-7) pone en primer plano un concepto que es central en la profecía de Ezequiel: la gloria de Dios. Se trata de una realidad que es casi física: brilla, zumba, pesa. Su llegada es avasalladora, como la de la majestad llevada a su más alto grado. Es sobre todo como un recordatorio de la distancia infinita que separa nuestra contingencia de la solidez de Dios en su ser. Ante él se devela toda nuestra fragilidad, finitud, sordidez.

 

Recordemos que el profeta Ezequiel pertenece a familia sacerdotal y por eso tiene una sensibilidad delicada y honda cuando se trata del culto a Dios. Varios pasajes muestran su desaprobación, que raya en asco, cuando se trata de la vida hipócrita y comodona de los sacerdotes y los jefes, es decir, los «pastores» del pueblo de Dios y esto tiene relación con el pasaje del Evangelio del día de hoy.

 

Es natural entonces que conciba la restauración de la alianza como el acto supremo del culto, es decir, como el camino de dar la gloria a Dios de modo pleno, cumplido y sincero. Natural también que sienta que el templo es el sitio donde la gloria de Dios «habita» y desde el cual «reina.» Esto es interesante notarlo porque a veces se cree que los profetas oponían de manera absoluta el culto y la justicia, como si una condición para practicar la justicia fuera olvidarse o menospreciar el culto. Ezequiel muestra que desde una sensibilidad litúrgica y cultica muy profunda brota un mensaje de fuerza impetuosa para renovar la vida entera del pueblo de Dios.

 

El Evangelio del día  es una lectura muy difícil hoy  en día para los líderes de la Iglesia, ya que nos presenta en labios de Jesús lo que no es un maestro, es decir, cómo es que NO se sirve a Dios. Los  escribas y los fariseos, según Jesús, no estaban en el ministerio para construir el Reino de Dios. Ellos hicieron muchas cosas para su propio beneficio. Ellos les pidieron a otras personas hacer cosas que no harían ellos mismos. Ellos buscaron lugares de honor.  Esta enseñanza es especialmente útil para quienes tienen o tenemos un servicio de predicación o pastoreo en medio del pueblo de Dios: ya el Señor nos muestra bien qué es lo que él detesta y por qué lo rechaza.

 

Jesús con su ejemplo y entrega en la cruz vino a cambiar la forma que los líderes deben comportarse y servir al Pueblo de Dios. Él nos mostró que la manera de dirigir, es ser un servidor de todos porque vino a servir y no a ser servido, a buscar el último lugar de honor en las fiestas, a ser humildes y dar más que recibir. Él nos dijo que nuestras acciones llenas de amor  hablarían  más fuerte que nuestras mismas palabras.

 

A veces puede parecer desalentador al escuchar en las noticias como los líderes de la Iglesia que han pecado gravemente y lastimado no solamente a las personas, sino familias enteras y especialmente a Cristo y a su Iglesia, los aliento a que no pierdan la esperanza y pongamos nuestra atención en Cristo que siempre puede vencer todo mal. Sepan que el 97% o más de sus sacerdotes y obispos son hombres maravillosos que están entregando sus vidas por Cristo. Es horrible que esto haya sucedido, pero podemos ver que el diablo está tratando de destruir la Iglesia que Cristo construyó. Es tiempo de  que cada uno de nosotros, obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos, nos unamos en el Espíritu Santo y mostremos la verdadera belleza de la Iglesia Católica que Cristo fundó.

 

El diablo quiere que señalemos y culpemos. Él quiere que dejemos la Iglesia y nos dispersemos. Jesús vino para que podamos ser uno. Jesucristo estableció a la Iglesia como Su Esposa e instrumento de salvación para el mundo. No dejamos de ir a la escuela si un maestro ha abusado de un niño. No dejamos de enviar niños a actividades deportivas porque un entrenador ha abusado de un niño. No deberíamos dejar de ir a la iglesia porque un sacerdote ha abusado de un niño. Sí, necesitamos proteger a nuestros hijos a cualquier precio. Necesitamos unirnos y luchar en esta batalla espiritual con fe, esperanza y amor. Vi un video de sobre el Papa San Juan Pablo II donde nos dice que el amor siempre vence y Cristo venció en la cruz. Dejo el link al final de la reflexión*. La unión con Cristo nos hace crecer en el amor y mantener joven nuestro corazón y deseo de ser cada día mejores, porque somos la esperanza de la Iglesia debemos regresar a Cristo y buscarlo, mirarlo, unirnos a Él y vivir en Él.

 

 

Hoy Jesús recalca tres cosas: la primera y más evidente es la hipocresía, que se sintetiza en la frase: «todo lo hacen para que los vea la gente.»

 

Lo segundo es la opresión al pobre, expresado en aquello: «lían cargas insoportables.» De fondo esta opresión es una desfiguración de la ley, que en principio debería servir para traer vida.

 

Lo tercero es la incoherencia, según la recomendación «hagan lo que dicen pero no lo que hacen.» Tal consejo contiene implícito el dolor por una vida que tiene suficiente verdad para pronunciar pero muy poca verdad para vivir.

 

Cada uno de nosotros está llamado a practicar lo que predicamos.

 

¿Exijo y espero que otros hagan lo que no estoy haciendo yo mismo?
¿La gente me ve como un humilde servidor de Dios, o una persona arrogante?
¿Soy una persona íntegra,  es decir, practico lo que predico?

 

Señor, hoy con humildad te pido que me ayudes a ser un verdadero siervo-líder cristiano. Dame la gracia de abrirte mi corazón y ser una persona íntegra, que mis acciones y palabras guíen a otros hacia ti. Ayúdame a poner los intereses de los demás antes que los míos para que te amé en cada persona y momento de mi vida. Que mi deseo más profundo sea de entregarte totalmente mi vida y buscar la santidad, para que pueda construir tu Reino aquí en la tierra, comenzando hoy mismo en mi vida lo que debo cambiar. Que nunca le pida a otra persona que haga lo que yo mismo no estoy dispuesto a hacer. Señor, recuérdame que lejos de ti solo hay oscuridad y muerte. ¡Señor tengo sed de ti, de tus Palabras, de vida eterna, de tu Cuerpo y de tu Sangre, de tu misericordia, Sed de ser Verdaderamente Amado!

 

https://www.facebook.com/arzobispomty/videos/1265510356883547/UzpfSTEwMDAwMTQ4NjUwNjUwMToxOTM4NTc1MDM2MjAyMDI4/

 

Reto Trivia Vida de los Santos del mes de agosto. #97 San ?, Fundador de los Escolapios

 

 

¡Lee la Biblia, confía en la misericordia de Dios y tu vida se transformará!

 

En Cristo y Santa María de Guadalupe

 

Padre Enrique García Elizalde

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